Solo necesitareis papeles finos, tijeras y una regla, un material que todos teneis a vuestro alcance. Insisto en que el papel sea fino, pues la realización de varios pliegues sobre si mismos, genera una capa bastante gruesa que cuesta un poco cortar con las tijeras. Aunque lo más habitual es hacerlos de color blanco, podeis elegir los colores que más os gusten y poneros ¡ MANOS A LA OBRA !.
Aquí os dejo algunos ejemplos, y la verdad es que resultan muy atractivos y decorativos, aunque para empezar, lo mejor es elegir los modelos más sencillos y con menos cortes, para poco a poco ir atreviéndose con los más complejos. Además os propongo que intenteis diseñar los vuestros, dando rienda suelta a la imaginación.
Lo primero es aprender a plegar el papel para conseguir un triángulo isósceles , que nos servirá para la mayor parte de los modelos, cortando el papel sobrante como se indica en la foto.
Una vez el papel está plegado, hay que empezar a dibujar sobre el triángulo y por último realizar los cortes con ayuda de unas tijeras y de un cúter para las zonas más pequeñas y de difícil acceso.
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